Calamares rellenos

 

6 calamares limpios

1 taza de miga de pan remojada en leche

6 filetes de anchoas

1/2 taza de cebolla de verdeo picada

1/2 taza de puerro picado 

1 huevo

sal y pimienta

1/2 taza de queso rallado

Harina para rebozar

1 lata de puré de tomates (o de salsa de tomates según el gusto)

1 vaso de vino blanco

1 lata de arvejas

Lavar y quitar a los calamares todos los restos que puedan tener dentro (partes gelatinosas y la pluma). Escurrirlos y secarlos.

Dorar en aceite la cebolla picada con el puerro y retirar. Dejar enfriar. 

Mezclar en un bol la cebolla, el puerro y la miga de pan escurrida.

Agregar las anchoas bien picadas.

Por último el huevo y el queso rallado. Salpimentar, mezclar bien  y llevar a la heladera 1/2 hora.

Rellenar los calamares con la preparación anterior SOLO HASTA LA MITAD ayudándose con una cucharita (el calamar se contrae al cocinarse y llenándolo a tope se desbordaría el relleno). Cerrar las aberturas con escarbadientes.

Pasarlos por harina y dorarlos en aceite de oliva o manteca en una sartén grande o una olla en la que no queden encimados. Una vez que tomen color, volcar el puré de tomates o salsa y el vino blanco. Bajar el fuego y dejar cocinar semitapados aproximadamente 20', cuando la salsa se haya reducido y los calamares estén tiernos.

A mitad de cocción rotarlos con cuidado de que no se rompan. También, para probar si están cocidos, se puede cortar la punta de las aletas de los calamares y ver el punto. Unos minutos antes de apagar el fuego volcar las arvejas escurridas.
Servir con la salsa y acompañar con papas hervidas.

Este plato se sirve bien caliente, pero también lo preparé en épocas de calor: no agregué las arvejas y una vez cocidos y fríos coloqué los calamares sin salsa en una fuente tapada con film en la heladera. Al día siguiente, 1 hora antes de servir, corté cada calamar en rodajas anchas que acomodé en una fuente. Serví aparte la salsa apenas tibia para usarla a gusto.