1/2 k de harina
1 sobre de levadura en polvo (o bien utilizar un cubo entero de levadura fresca)
1 1/4 taza de agua tibia
2 cucharadas de aceite
1 cucharadita de sal
Colocar en un bol la harina bien mezclada con la levadura seca, realizar un hueco en el centro y volcar gradualmente el agua tibia mezclada con la sal, y el aceite. Integrar bien todo, formar un bollo y amasar en la mesada enharinada hasta que quede bien liso.
Colocar el bollo en el bol enharinado y espolvorear la superficie con un poquito más de harina. Dejar levar tapado, en un lugar templado, hasta que duplique su volúmen. Volver a amasar unos minutos para desgasificar, colocarlo nuevamente en el bol hasta que vuelva a subir su volúmen y utilizar.
Si se opta por levadura fresca: diluir en un tazón la levadura con 1/4 de taza de agua tibia. Mezclar muy bien y dejar por 5 minutos (hasta que se forme una mezcla espumosa). Utilizar este fermento en lugar de la levadura seca y en lugar de 1 1/4 taza de agua como se indica en los ingredientes, usar sólo 1 taza.